Irrigador dental: el truco que puede cambiar tu salud oral

En el blog de Clínicas W te hemos hablado ya en muchas ocasiones de lo importante que es tener una correcta rutina de higiene bucal. Empezando por un cepillo de dientes, ya sea manual o eléctrico, pero específico para cada tipo de paciente; siguiendo por el hilo dental, la seda dental o el cepillo interdental que ayudan a eliminar los pequeños elementos de comida que se quedan atrapados entre los dientes; y terminando con el enjuague bucal, la manera más eficaz, rápida y refrescante de deshacerte de las bacterias o restos de alimentos que siguen activos en tu boca. Sin embargo, si hablamos del irrigador dental, también conocido como irrigador bucal… ¿sabes exactamente de qué se trata?

Si todavía no has incluido el irrigador dental en tu rutina de limpieza bucal, te aconsejamos que sigas leyendo para descubrir los mejores consejos, de qué se trata y cómo puedes sacarle el máximo rendimiento para disfrutar de una sonrisa sana y bonita. ¡Allá vamos!

¿Qué es un irrigador dental?

Un irrigador dental es un instrumento que consta de un depósito de agua, una bomba a presión y una boquilla.  Este dispositivo, a través de la boquilla emite un chorro de agua a presión sobre los dientes y las encías, permitiendo conseguir múltiples beneficios para nuestro cuidado bucal.

¿Para qué sirve un irrigador dental?

El principal objetivo del irrigador dental es limpiar profundamente los dientes y encías. Ayuda a eliminar los restos de alimentos, la placa dental o las bacterias que se acumulan en las zonas menos accesibles. En ocasiones, al agua se le incluye algún elemento antiséptico para añadir un efecto antimicrobiano al dispositivo. Hacer un correcto uso del irrigador bucal significa evitar caries, enfermedades periodontales, reducir la halitosis y problemas bucodentales en un futuro.

Es necesario recalcar que el irrigador bucal no sustituye ni al cepillo de dientes, ni a los instrumentos interdentales, ni al enjuague bucal. Este dispositivo es únicamente un complemento que permite mantener una limpieza interdental y bucal más adecuada, exhaustiva y profesional.

¿Cómo usar el irrigador dental?

Te dejamos los mejores consejos para saber cómo utilizar un irrigador dental:

  • Primero, cepíllate los dientes correctamente y utiliza la seda interdental y el enjuague bucal.
  • Puede parecer básico, pero es recomendable utilizar el irrigador bucal en el baño, ya que puede salpicar.
  • Antes de empezar a utilizarlo, comprueba y/o regula la potencia del irrigador dental a tu gusto. No olvides que si es demasiado fuerte puede dañar las encías.
  • Coloca la boquilla e introduce el instrumento en tu boca. Debe quedar escasamente separada de los dientes y encías.
  • Enciende el dispositivo y direcciona el chorro de agua dental sobre la línea que separa la encía del diente y sobre los espacios dentales. Debes repasar durante 2 segundos cada pieza dental, por lo que aproximadamente estarás unos 2 minutos.
  • Una vez hayas terminado, apaga el irrigador dental, vacía el depósito de agua, retira la boquilla y enjuaga todo correctamente para no acumular bacterias.

Con estos tips, estamos seguros que el irrigador dental se va a convertir en el mejor aliado en tu limpieza bucal. Además, utilizarlo una vez al día puede ser suficiente, sobre todo, antes de irnos a dormir.

¿Para qué o quiénes es útil el irrigador dental?

  • Pacientes portadores de ortodoncia
  • Pacientes con espacios entre los dientes
  • Pacientes portadores de prótesis parciales
  • Pacientes con implantes dentales
  • Pacientes periodontales

¿Cuál es el mejor irrigador dental?

Existe una gran variedad de irrigadores dentales de diferentes marcas, pero su funcionalidad es muy similar. Nuestra recomendación es escoger uno en el que puedas modular la presión. No obstante, y como siempre decimos, el mejor es el que se adapta a las necesidades de cada persona, y para eso te recomendamos que te asesores en tu dentista de confianza.

Te dejamos los tipos de irrigadores que actualmente puedes encontrar en el mercado:

Irrigadores de sobremesa:

Son los más habituales y funcionan con electricidad. Dentro de este tipo existen dos subtipos: los irrigadores simples, que solamente incluyen la función de chorro de agua dental a presión y los irrigadores que llevan incorporado el cepillo de dientes eléctrico, por lo que tienes dos instrumentos de limpieza bucal en uno.

Irrigadores portátiles

Este tipo de irrigador dental funciona con batería recargable y suele ser más pequeño, por lo que es muy versátil y útil para viajar. Es posible que no tenga tanta potencia como los irrigadores de sobremesa.

Irrigadores dentales de grifo sin motor

Están conectados directamente al grifo y no llevan motor. Es el menos habitual y el menos aconsejable ya que no posee un regulador de presión.

Realizar desde casa una completa limpieza interdental y bucal es cada vez más sencillo. Si tienes alguna duda sobre como realizar tu limpieza bucal acude a tu Clínica W más cercana para que puedan revisar el estado de salud de tu sonrisa y aconsejarte en todo momento.

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