Piercing en la lengua: cuando una moda pone en riesgo tu boca

El uso del piercing en la lengua y en los labios se popularizó hace ya algunas décadas. Si en otra época se empleaba para identificar a grupos étnicos o conmemorar el paso de la adolescencia a la madurez, entre otras cosas, en la actualidad se trata de un elemento estético. Una moda extendida entre jóvenes y adolescentes que no dudan en perforarse el labio o la lengua aprovechando su rápida cicatrización. Tanto es así que el Consejo General de Dentistas ha alertado de los problemas que el piercing en la boca puede ocasionar en la salud bucodental.

Si estás pensando en ponerte un piercing en la lengua, asegúrate que el establecimiento cumple los requisitos de higiene y esterilización mínimos que exige la localidad donde resides. No obstante, te damos algunas recomendaciones que debes saber para no poner en riesgo tu boca.

 

¿Son malos los piercing en la lengua?

El piercing en la lengua puede generar consecuencias en la salud oral. El 72% de las personas que llevan piercings en la boca han sufrido alguna complicación tras su colocación, según un estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Uno de mayores peligros son las fracturas y fisuras dentales. Las personas con piercing en la boca acostumbran a morderlo y a realizar movimientos y gestos que, además de convertirse en hábitos, pueden empujarlo contra los dientes, pudiendo afectar al esmalte dental. De hecho, es habitual que los portadores de piercing en la boca sufran alguna pérdida de dientes, tal como indica el Consejo de Dentistas.

Otro de los riesgos que debes tener en cuenta son las posibles infecciones derivadas de portar el piercing. En la cavidad bucal habitan decenas de bacterias, por lo que es fundamental tomar las medidas higiénicas pertinentes en el momento de su colocación. No pases por alto este asunto e infórmate bien del centro donde hayas decidido colocarte el piercing en la lengua. El desarrollo de una infección puede llegar a la sangre y afectar a otros órganos, pudiendo sufrir infecciones tan graves como el VIH y la Hepatitis B.

Además, al perforar la lengua corres el riesgo de sufrir pérdida de sensibilidad si se daña el nervio, provocando traumatismos e incluso disminución de la capacidad de hablar, pérdida del gusto y deformidades. Otras consecuencias a largo plazo del piercing en la lengua son la hipersalivación y la retracción de las encías. Por último, apuntar también que las cicatrices que dejan los piercings en la boca son abultadas y pueden llegar a ser dolorosas. 

 

Cómo cuidar un piercing en la lengua

Si finalmente decides ponerte un piercing en la lengua o en el labio es importante que tomes buena nota de los siguientes consejos:

  • Evita tomar alcohol y fumar durante los días posteriores hasta que la herida haya cicatrizado bien. 
  • Tampoco ingieras comidas picantes, ácidas ni gaseosas. Durante las primeras 48 horas opta por alimentos de fácil digestión como sopas o purés.
  • Cuida la higiene del piercing manteniéndolo limpio y libre de restos de comidas, pero siempre con las manos limpias. Evita estar tocándolo constantemente.
  • Comprueba periódicamente que está correctamente ajustado para impedir posibles atragantamientos.  
  • Utiliza enjuagues antisépticos indicados por tu dentista de confianza para mantener la higiene bucal. ¡Ah! Y no uses enjuagues con alcohol.

En caso de practicar algún deporte de contacto no olvides retirar tu piercing o usar un protector bucal. Ante cualquier síntoma de infección o problema en tu boca, no dudes en ponerte en contacto con tu Clínica W más cercana. Si lo prefieres puedes solicitar una cita previa online y nos pondremos en contacto contigo para recomendarte la mejor solución para tu salud oral.

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