Odontogeriatría: tu boca también nota el paso del tiempo

Envejecer forma parte de la vida. Es un proceso progresivo y natural del que ninguna persona está exenta.  Los dientes y los tejidos de la boca tampoco son ajenos al paso del tiempo, por lo que es probable que, con los años, estemos más expuestos a sufrir algunos problemas bucodentales. En este post te contamos en qué consiste la odontogeriatría, también conocida como gerodontología, y cómo puedes tratar de alargar la vida de tus piezas dentales.

¿Qué es la odontogeriatría y de qué se encarga?

La salud bucodental de nuestros mayores es un aspecto muy importante a tener en cuenta cuando pensamos en su calidad de vida y en su salud a nivel general. Bajo esta necesidad nace la odontogeriatría, una disciplina dentro de la odontología que se encarga de diagnosticar y diseñar los tratamientos más efectivos para preservar la salud dental de las personas mayores de 65 años.

En la tercera edad, la aparición de enfermedades comunes como la diabetes, la hipertensión o enfermedades cardiacas pueden afectar a la cavidad bucal. También ciertos medicamentos pueden desencadenar trastornos como la sequedad bucal, muy común en los adultos mayores.  Como puedes comprobar, los dientes en la tercera edad tienen sus propias necesidades, y es importante que el especialista en odontogeriatría o dentista de confianza esté al tanto de las enfermedades y la medicación que la persona mayor está tomando.

Cuidar la salud bucodental de las personas mayores es fundamental para garantizarles una buena calidad de vida. De lo contrario, actividades diarias y básicas como hablar, comer, sociabilizar e incluso sonreír pueden verse afectadas, disminuyendo significativamente su bienestar y felicidad.

Prestar atención a ciertos cuidados es fundamental para sobrellevar los cambios en la dentadura que surgen con la edad de la mejor manera posible.

¿Cómo cuidar la salud dental en la tercera edad?

¿Tienes más de 65 años y quieres saber qué cuidados hay que tener en cuenta? Te contamos las principales recomendaciones de nuestros expertos en odontogeriatría.

La higiene es básica

El cuidado de los dientes en las personas mayores es imprescindible, tanto si conservan sus dientes naturales como si tienen una prótesis removible. Es importante establecer una rutina que consista en lavarse los dientes con pasta dentífrica fluorada al menos dos veces al día durante dos minutos, sin olvidar la limpieza antes de ir a dormir, dado que, durante el sueño, nuestro organismo produce menos saliva.

Limpieza y buen mantenimiento de las prótesis dentales

Una de las quejas más frecuentes que reciben los odontogeriatras y odontólogos, de parte de las personas mayores, es que las prótesis les causan dolor y molestias. Existen diferentes causas que explican este dolor; prótesis de dudosa calidad, encías retraídas por la inflamación o prótesis mal ajustadas. Más allá de la inflamación, también pueden surgir problemas de hongos que se reconocerán por presentar manchas blancas en la lengua y/o el paladar.

Para prevenir este tipo de molestias y afecciones, el mantenimiento de las prótesis dentales es tan importante como el de los dientes naturales. Las prótesis deben limpiarse por separado con productos específicos y cepillarse los dientes sin ellas puestas. A la hora de dormir y en el caso de que sean removibles, deben retirarse para permitir que los tejidos descansen y se regeneren. Además, las prótesis deben guardarse en un vaso de agua para evitar la deshidratación de las mismas. Si se trata de una prótesis fija, acude a las revisiones rutinarias con tu dentista de confianza.

Evitar la sequedad bucal

La sequedad bucal puede dificultar acciones cotidianas como tragar, comer o hablar. Además, en las bocas secas las prótesis dentales no se llegan a ajustar bien, provocando la aparición de llagas y aftas. Mantenerse hidratado y no pasar horas sin beber agua aumenta la producción de saliva y mejora estas molestias, especialmente en verano.

Cuando la xerostomía o sequedad en la boca se debe a un problema de salud o a un efecto secundario de algún medicamento, existen fármacos como los chicles de xilitol que ayudan a combatirla y que tu odontogeriatra te puede aconsejar.

Recuperar la humedad bucal es importante para prevenir la proliferación de bacterias en la boca y las complicaciones que esto pueda ocasionar como caries, gingivitis, hongos …

Vigila las aftas y llagas

En las personas mayores, sobre todo aquellas que usan prótesis dentales removibles, la aparición de llagas y aftas es muy común. En caso de que estas hayan aparecido, evitar comer picante y comidas muy especiadas. Realizar enjuagues bucales de agua con sal también puede contribuir a aminorar esos síntomas y favorecer la recuperación del tejido afectado.

Ahora bien, si las molestias continúan y las llagas no desaparecen en un par de semanas e incluso aumentan de tamaño, es conveniente una visita al dentista para que pueda valorar la dimensión de la afección y descarte complicaciones, ya que en las personas de la tercera edad las posibilidades de sufrir cáncer oral aumentan.

Visita al dentista de manera frecuente

Este consejo es el más importante de todos. Visitar a tu dentista con frecuencia es un hábito recomendable a cualquier edad, pero más si cabe en las personas mayores.

Es recomendable hacer una visita cada seis meses tanto por prevención como para aplicar aquellos tratamientos que se requieran. La odontogeriatría se preocupa por orientarte sobre aquellas medidas necesarias para lograr una boca sana.

Y recuerda, las sonrisas sanas y felices no tienen edad.

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