Desde el año 2007, cada 18 de abril se conmemora el Día Europeo de los Derechos de los Pacientes. Una iniciativa del Parlamento Europeo con el objetivo de informar y adoptar los compromisos necesarios para mejorar los derechos de los pacientes en Europa, así como la calidad del servicio. En este sentido, realizamos una labor permanente de concienciación para que la sociedad perciba la odontología como una fuente de beneficios para la salud y el bienestar. En un día como hoy es importante hablar de los derechos de las personas que nos visitan cada día en las Clínicas W, y hablar de derechos es hacerlo también de la necesidad de humanizar la asistencia que reciben. Atención, calma, calidad, comprensión, escucha, seguridad, cercanía… Suena bien, ¿verdad? ¿Te imaginas una clínica en la que la prioridad es conocerte a ti antes que a tus dientes? Te contamos qué puedes esperar de la primera visita al dentista… en una Clínica W de Odontología Slow.
La primera visita al dentista
Antes de entrar a valorar aspectos concretos de la primera visita es importante considerar las dos situaciones que pueden llevar a una persona a una clínica dental. Por un lado están las personas que tienen la voluntad de disfrutar de una sonrisa saludable. Es decir, aquellas que adquieren la rutina de cuidar la boca de la misma manera que cuidamos otros elementos del cuerpo. Si prestamos la atención necesaria a la salud oral y la cuidamos bien, podremos prevenir la aparición de ciertas enfermedades o, en su defecto, detectarlas en una fase precoz. Tan importante es la prevención que la Organización Mundial de la Salud recomienda realizarse dos revisiones bucodentales al año.
Por otro lado, están aquellas que requieren de un servicio odontológico de urgencia por un problema puntual. Lamentablemente, no son pocas las ocasiones en las que un paciente acude por primera vez al dentista por un problema puntual. Lo que no sabe es que, más allá de ese dolor, probablemente requerirá de un tratamiento más invasivo por no atajar el problema a tiempo.
Hasta el último detalle
La primera visita empieza por escuchar y comprender lo que quiere, pero también es crucial conseguir que el propio paciente comprenda qué se le va a hacer y por qué. Te ayudaremos a entender lo que necesitas, con un lenguaje comprensible y claro.
Cuando hablamos de salud, las prisas no benefician a nadie. Factores como el temor, la desconfianza o la ansiedad suelen jugar en contra de algunas personas a la hora de retrasar la primera visita al dentista. En este sentido, las Clínicas W ofrecemos una metodología que entiende la odontología desde una perspectiva de la calidad por encima de la cantidad. La Odontología Slow nos permite cuidar hasta el último detalle y, sobre todo, conseguir que como paciente disfrutes de un proceso que se caracteriza por la calma, la calidad, la accesibilidad al tratamiento, la comunicación y la máxima humanización durante todo el tratamiento.
Cuestión de confianza
La primera visita al dentista en una Clínica W también se caracteriza por la confianza. Encontrarás un equipo volcado en resolver tus necesidades, en hacerte partícipe desde el primer momento, y eso se consigue gracias a la comunicación. Probablemente, ya te hayas encargado de saber algo más de nuestra clínica a través de internet o algún conocido incluso antes de llamar para coger cita. Te animamos a disfrutar la conexión con nuestro equipo desde el minuto uno.
El momento más crítico puede ser el momento de sentarse en el sillón dental. Quizá tú le tengas respeto. Para minimizar cualquier tensión, en tu clínica dental de Odontología Slow dedicamos a cada paciente el tiempo que necesita. Conociéndote conseguiremos comprenderte y ayudarte a sentirte siempre cómodo.
Si quieres descubrir nuestra pasión por la odontología y solicitar una primera visita puedes llamarnos o pedir una cita online. Estaremos encantados de conocerte.